Los tenis para mujer y hombre tienen que empacarse de cierta forma; aprende cómo hacerlo
Si en alguno de tus viajes anteriores te tocó abrir tu maleta y encontrarte con que tus tenis terminaron aplastados, hay algo que está fallando en tu método de empacarlos, porque sí, existe una lógica que es importante conocer para que no tengas que lidiar con problemas como el recién mencionado, falta de espacio, manchas en tu ropa, etc.
A lo largo de la nota, te daremos unas recomendaciones que podrás poner en práctica la próxima vez que necesites preparar tu equipaje, asegurándote de que todo tu calzado llegue sano y salvo al destino al que te diriges.
1. Delimita tu elección de pares
¿Cuáles son compatibles con tu itinerario? En viajes cortos, u hombre versátiles que te sirvan para cualquier tipo de recorrido. De preferencia, que el modelo sea de tono neutro, sin demasiados detalles llamativos.
Para estadías largas, o aquellas con actividades variadas (desde un city tour hasta una ruta de senderismo), vale la pena que cargues con dos pares: uno cómodo para caminar y otro con un perfil urbano/deportivo.
Ahora bien, examina su estado. En caso de que las suelas estén gastadas, considera la posibilidad de reemplazarlas; en el catálogo de PUMA, por ejemplo, te resultará sencillo seleccionar una opción con las características que mejor se adapten a los planes que tienes.
2. Acomodo de modo estratégico
Una vez que decidiste , lo que sigue es saber en dónde los vas a poner. No los metas en cualquier rincón, a menos que quieras que el cierre de la maleta se convierta en una odisea.
Lo más recomendable es que se queden cerca de la base, justo donde se apoyan las ruedas, pues esta área concentra el peso e impide que los tenis aplasten ropa delicada. Guárdalos en posición horizontal y con las suelas hacia afuera para ganar estabilidad y mantener mejor la estructura de la maleta.
Otra opción: si viajas con equipaje tipo backpack, ubícalos en compartimentos laterales/inferiores y, durante trayectos largos en los que te gustaría cambiarte de calzado, empácalos en una parte de fácil acceso.
3. Siempre separa
Mezclar los zapatos con la ropa es algo definitivamente poco higiénico; mejor usa bolsas hechas para tal fin. Las hay de tela transpirable, impermeables e incluso con cierres dobles que aíslan la suela para que no entre en contacto con otras cosas.
También puedes probar las fundas reutilizables, tipo travel pouch, que protegen tanto el interior como el exterior del zapato: lo importante es que favorezcan la ventilación y no acumulen humedad. ¿Cargas con más de un par? Entonces asigna una bolsa distinta para cada uno.
4. Añade protección extra
Rellenarlos antes de empacarlos, ya sea con calcetas limpias o papel reciclado sin tinta, ayudará a que la estructura del zapato se mantenga firme, sobre todo en modelos con materiales flexibles. Algunas personas usan organizadores inflables hechos para calzado, ya que no ocupan demasiado espacio y cumplen la misma función.
Para proteger la superficie exterior, evita ponerlos cerca de objetos duros ni con cremalleras que los rayen. Si los tenis son gamuza o poseen recubrimientos reflectivos, envuélvelos con una tela delgada antes de colocarlos en su funda, aunque también sirven los protectores que venden en tiendas especializadas.
5. Organiza sin aplastar
Acomódalos de frente, suela con suela: Formando una especie de bloque compacto; así, no ocupan más volumen del necesario y puedes deslizar ese conjunto en espacios estrechos. Aunque los lleves en fundas, este método también es de utilidad para que se queden estables todo el trayecto.Combina: ¿Metiste calcetines en los tenis? Entonces ya no coloques prendas adicionales que los presionen desde afuera; en lugar de eso, distribuye el resto del contenido en los laterales o sobre ellos, pero con piezas ligeras como camisetas o ropa interior.
6. Límpialos antes, durante y después del viaje
No los metas en la maleta sin primero quitarles la mugre, ya sea con un paño húmedo o cepillo suave, según el tipo de material; luego, déjalos secar al aire, lejos del sol directo. Mientras estés de viaje, retira la suciedad que se les acumule con toallitas húmedas y, al regresar a casa, sigue la rutina inicial.
7. Elabora un checklist de equipaje
Toma este como ejemplo sencillo:
- Elección del par o pares según el destino y las actividades
- Verificar su estado
- Limpieza
- Tener a la mano todo lo que se necesita (bolsas, fundas, etc.)
- Rellenarlos y acomodarlos de acuerdo al diseño del equipaje
Te aconsejamos que sigas dicho proceso cada vez que te vayas de viaje, aunque sea de forma gradual, porque así lograrás conservar tu calzado por más tiempo. También porque disminuirás los olvidos que conllevan las prisas. Si ahora estás armando tu maleta para cerrar el año en otro lugar, este es un buen momento para que te asegures de que cada elemento esté donde debe.