Se informó este viernes 3 de octubre por parte del secretario de Guerra de los Estados Unidos, Peter Hegseth, un ataque a una narcolancha en el Caribe, dejando como saldo 4 muertos.
El funcionario detalló, que conforme a las ordenes del presidente Donald Trump, estuvo al mando del ataque contra un embarcación narcotraficante vinculada a una organización designada como terrorista.
En el reporte señala que cuatro sujetos narcoterroristas que viajaban en la lancha fallecieron en el ataque. La acción militar fue realizada en aguas internacionales frente a costas de Venezuela mientras esta transportaba sustancias ilícitas hacia los Estados Unidos.
Mediante información de servicios de inteligencia se alerto que dicho embarque estaba transportando narcóticos y el jefe del pentágono amenazo que continuaran los ataques hasta que cese la agresiones al pueblo estadounidense.
Con este nuevo ataque, sería quinto ataque contabilizado por la administración de Donald Trump, con un saldo aproximado de 21 muertos. Estas medidas por parte de los Estados Unidos han llevado a la movilización militar y de milicias a favor del régimen de Nicolás Maduro y denuncias otros países en la región.
También te podría interesar: Polémica en EE.UU.: mexicano con cáncer en riesgo por negligencia médica en centro de ICE
Estos hechos, han llevado al Congreso del país norteamericano, a realizar una audiencia de puerta cerrada en donde se ha discutido la legalidad de las acciones militares en aguas internacionales, contra grupos que no presentan una amenaza directa contra las fuerzas estadounidenses ubicadas en la región.
Por los cuestionamientos jurídicos por parte de congresistas, el Pentágono envió una carta a los senadores en que el presidente afirma que Estados Unidos está inmerso en un “conflicto armado no declarado” contra organizaciones de narcotraficantes que tienen un poder letal armado.
Finalmente por su parte el gobierno venezolano ha rechazado categóricamente el involucramiento de Nicolas Maduro como líder de una organización criminal de trafico de drogas.
Fuente: El Economista
