NO ME DIGAN QUE LO DICE LA LEY. ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, EN FUNCIONES DE PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA

Etelberto Cruz Loeza

NO ME DIGAN QUE LO DICE LA LEY. ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, EN FUNCIONES DE PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA.

ASÍ QUE AHORA TRATAMOS CON DELINCUENTES, -PREGUNTÓ JULIO CÉSAR, CÓNSUL Y SENADOR ROMANO.

PERO QUÉ NIÑO ERES -LE CONTESTA EL SENADOR MARIO, LÍDER DEL SENADO ROMANO- … SI UN DELINCUENTE TIENE LO QUE NECESITO: NEGOCIO CON ÉL.… ¡Y LISTO!

PELÍCULA ESPARTACO.

COMO PRESIDENTE ELECTO, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR VIOLÓ LA CONSTITUCIÓN.

COMO PRESIDENTE EN FUNCIONES, SI LA CONSTITUCIÓN LE AYUDABA, LA RESPETABA. SI NO, LA VIOLABA Y SI LE IMPEDÍA LO QUE ÉL DESEABA, LA REFORMABA.

ELISUR ARTEAGA, CONSTITUCIONALISTA. REVISTA PROCESO. COLUMNISTA DE ALGUNOS DIARIOS Y REVISTAS NACIONALES.

El periódico de circulación nacional Excélsior en su edición del día lunes 30 del pasado junio, publicó entrevista que le realizó al historiador y docente, así como columnista de EL UNIVERSAL y de otros diarios y revistas, Lorenzo Meyer.

El tema central de la entrevista: Andrés Manuel López Obrador, su propuesta de cambio y su transformación.

En las dos páginas que le conceden las comparten con la participación del Álvarez Icaza, ex senador de la República, independiente y actualmente investigador y Valdés Zurita, ex funcionario del Instituto Electoral de la ciudad de México.

Atrajo mi atención y la leí y releí varias ocasiones.

Su lectura generó reflexiones y juicios.

Comparto Algunos de ellos, así como algunos fragmentos de estas entrevistas a personalidades y protagonistas políticas.

Deduzco que no habrá alguna persona que realice o llegue a tener un perfil cercano a la realidad de la personalidad del señor Andrés, aparte de las capas que como cebolla se protegió, muy difícilmente se llega a conocer al Hombre de Poder, porque el señor Andrés Manuel López Obrador, expresidente de la República es un Hombre de Poder: independientemente de cualquier cosa, está protegido.

Vea el formato político nacional y reflexione.

Muchos, pero muchos dicen, piensan, suponen, alzan la voz, denuncian -sin pruebas-, pero… hasta ahí. No se le toca ni con el vuelo de una pluma, ni con el aleteo de un colibrí.

A mí me generó la idea, dejó la impresión, fijó la imagen de una personalidad política en evolución constante, transformación, metamorfosis, y consolidación: de un agitador, líder callejero, figura y personalidad política para ser un Hombre de Poder.

Toda comparación y proporción guardadas y con el debido respeto: de un XXXX, a un capullo, a una XXXX y ser una maravillosa mariposa…

Ese hilo conductor está presente en muchas de sus actuaciones, por supuesto en las dos ocasiones que no reconoce su derrota electoral y además en la gravísima última reforma constitucional de su, mandato que fue con la que acabó con el Poder Judicial de la Federación, porque también es cierto que esa reforma es producto que no me vengan con que la ley es la ley: no me digan que no puede estar sobrerepresentado y movimiento político cuando lo que yo quiero es que esté sobrerepresentado para que tenga las dos terceras partes de los diputados y como me falta un senador, pues lo compro, tengo recursos económicos para evadir la ley.

Cuando López Obrador empezó a ejercer la jefatura de Gobierno, pronto nos dimos cuenta de su forma de hacer política. Pronto se le olvidaron sus compromisos. Pronto se le olvidaron sus obligaciones legales: los bandos es la expresión de la arbitrariedad.

Con la pérdida de la mayoría del PRI en la Cámara de Diputados y la llegada de López Obrador como presidente nacional del PRD.

Que le permite la formación de una figura nacional, porque él era figura local de Tabasco.

Lo que me parece notable es cómo todo ese proceso de los últimos 30años en la construcción de la alternancia democrática, en la construcción de las autoridades confiables, autoridades judiciales confiables, en términos de transparencia, en términos de organización civil, de rendición de cuentas, todo lo que se construyó López Obrador lo ha dinamitado igual que a todas las herramientas para la competencia y las alternancias civilizadas del poder ahora están absolutamente demolidas.

El plan C en realidad se puede llamar como el manifiesto del nuevo régimen hacia un nuevo partido de Estado.

Meyer se refirió a que López Obrador logró por un lado la decadencia del régimen, el fracaso del PAN por haberse unido al PRI; el PRI contagió al PAN de elementos del viejo régimen y entonces esa decadencia más el resurgimiento de ese liderazgo popular fue el terreno propicio.

Si hubiera habido el anticomunismo militante de parte de Estados Unidos lo hubieran atacado, pero ya no consideraron necesario ni producente atajar algo que ya estaba adquiriendo para el inicio del siglo XXI bases sociales amplias que no había tenido nunca la izquierda por sí sola.

No cambió el régimen, sigue siendo igual, es el régimen capitalista, explotador, burgués. Pero es que no hay de otra, ya el proyecto no es un proyecto Marxista, ya no es proletariado ni el proletariado al poder como preámbulo del socialismo y a la vez el socialismo como preámbulo para el comunismo.

Eso ya no existe en el horizonte de Obrador ni de Morena, lo que existe es una idea vaga del sistema político capitalista, bueno, si no queda de otra, pero donde haya justicia social aún dentro del capitalismo. El bienestar para la gente. Andrés Manuel no piensa cambiar mucho la ruta que lleva el sistema económico, lo único que pide es moderarlo, digamos como Tomá Piquerti: lo que hay que moderar es la acumulación de capital y que se reparta, esa es la utopía modesta. Esa autopsia modesta es lo que sembró López Obrador, es lo que ahora con Claudia Sheinbaum, se llama, bueno también con López Obrador, el humanismo mexicano.