Después de casi 7 años de malos manejos dentro de la Fiscalía General del Estado de Michoacán, por fin se están dando cambios los cuales están intencionados a recuperar la confianza de los ciudadanos.
Y es que fueron 7 años en los cuales los ciudadanos y empresarios sufrieron robos, extorsiones y chantajes por parte de quienes se supone deberían de cuidar a la ciudadanía.
Esto es bien sabido por los propios integrantes de la fiscalía y es que la ambición les ganó y fue donde a manos llenas, llenaron sus bolsillos, muchos de ellos ahora ex fiscales y otros que siguen dentro de la FGE, fueron tan descarados que al día de hoy poseen casas de alto lujo rebasando los 20 millones de pesos dentro de exclusivos campos de golf en el estado… pero eso no es todo ya que algunos todavía salieron con ranchos y huertas de aguacate en el estado; todo esto después de que entraron con una mano por delante y una por detrás, pero eso si, salieron con los bolsos llenos de billetes.
Los ciudadanos piden y exclaman justicia y que estos mismos sean llamados a comparecer y rendir cuentas de todos los delitos que estos mismos cometieron.
Muchas de las denuncias en su contra son el cobro de piso a antros, bares y restaurantes en donde en videos en posesión de este medio de comunicación se les ve plantando droga en diversos lugares para después pedir entre 500,000 a 800,000 como mínimo para dejarlos operar nuevamente sus negocios.
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Otra de las grandes denuncias son los cobros a los ciudadanos por la recuperación de vehículos robados, el inicio de carpetas de investigación y la recuperación de personas privadas de su libertad, si aunque no lo crea la ambición y la necesidad de seguir llenando sus bolsillos los llevó a extorsionar y chantajear a la gente con estos temas tan sensibles… simplemente algo inhumano.
Algunos de los fiscales de alto nivel fueron tan soberbios que presumieron viajes privados a sus ranchos en el helicóptero institucional de la FGE, si así, como lo escucha, usaban la aeronave para trasladarse a sus ranchos en compañía de sus esposas y familiares.
Estos son solo algunos ejemplos de lo corrompida que estaba la FGE y la necesidad del nuevo fiscal, Carlos Torres Piña, de depurar todas las áreas de Fiscalía General del Estado.
A pocos meses de la llegada del nuevo fiscal podemos ver que ya se enteró cuáles eran las áreas más sensibles y más manchadas de corrupción y no tardo mucho en realizar cambios en las diferentes fiscalías.
Pero esto no es suficiente la ciudadanía pide y exige justicia, ver cómo todas extorsiones, robos y chantajes de quienes las estuvieron realizando de las cuales se enriquecieron ilícitamente tengan alguna consecuencia y no sólo queden en impunidad.
Son varias las carpetas de investigación y denuncias en contra de varios ex titulares y de algunos que siguen dentro de la institución.
La pregunta sería
¿El actual fiscal llamará a los pasados a que rindan cuentas por los delitos cometidos o quedará en impunidad?