Tras los comicios de este domingo, ninguno de los candidatos obtuvo más del 50 por ciento de los votos, por lo que la elección se definirá en diciembre

Santiago de Chile. La izquierdista Jeannette Jara y el ultraderechista José Antonio Kast competirán por la Presidencia de Chile en una segunda vuelta el 14 de diciembre, luego de que ninguno de los dos obtuviera el 50 % más uno de los votos en unos comicios más ajustados de lo que pronosticaban las encuestas y con una participación récord del 85 %.

Con casi la totalidad de los sufragios escrutados, la exministra de Trabajo del actual Gobierno de Gabriel Boric se impuso con el 26.8 % -por poco más de 340 mil votos- al abogado ultracatólico, que obtuvo el 23.09 %.

A continuación las claves de unas elecciones que han estado marcadas por la discusión en torno al aumento de la inseguridad y la migración irregular y en las que la gran sorpresa la ha dado el populista de derechas Franco Parisi, que quedó tercero (19.5 %) y cuyo votos serán claves en el balotaje.

Jara, victoria agridulce

Pese a ganar la primera vuelta, fue una noche agridulce para Jara, la candidata única del progresismo y la primera militante comunista en representar al sector en unas presidenciales.

Su victoria fue más estrecha de lo que pronosticaban los sondeos y ella misma reconoció en su discurso que "los desafíos son inmensos" y aseguró que "desde mañana" saldrá a escuchar a casi la mitad de los chilenos que no votaron ni por ella ni por Kast.

Aunque en la campaña ha intentado desmarcarse de Boric, Jara tiene el desafío de aumentar los apoyos del Gobierno -cuya aprobación no supera el 30 %- y de revertir el llamado "péndulo chileno", ya que desde 2006 ningún mandatario le ha entregado la banda presidencial a un sucesor del mismo signo político.

"No dejen que el miedo congele sus corazones (...) Quienes nos dividen y siembran el odio hacen un muy mal negocio para el futuro de Chile", dijo la abogada, de 51 años y quien era casi una desconocida antes de ingresar al Gobierno y liderar la aprobación de algunas reformas clave, como la de pensiones o el aumento del salario mínimo.

Para Rodrigo Espinoza, de la Universidad Diego Portales (UDP), "Jara tiene un escenario muy cuesta arriba": "La discusión pública gira en torno a migración, economía y seguridad, temas incómodos para la izquierda e, incluso, en un escenario en que todos los votantes de Parisi se fueran con Jara, no alcanzaría", añadió a EFE.

Kast, ultraderechista con ascendencia nazi

Deportaciones masivas, blindaje de la frontera norte con vallas y zanjas, cárceles de máxima seguridad con aislamiento total para líderes del narcotráfico y endurecimiento de las penas para cualquier delito son algunas de las medidas que promete si gana el próximo 14 de diciembre.

También propone convertir la migración irregular en un delito y limitar beneficios públicos en salud, educación y vivienda para migrantes sin documentos.

Aunque la criminalidad ha aumentado en los últimos años, Chile sigue siendo uno de los países más seguros de la región, con una tasa de homicidios en 2024 de seis por cada 100.000 habitantes, pero es uno de los que tiene la percepción de inseguridad más alta.

"Kast adapta a Chile los discursos de la ultraderecha mundial, una corriente que se aprovecha o fomenta la sensación de crisis para venderse como la única alternativa capaz de frenar el caos", explicó a EFE el periodista Felipe Gonzáález Mac-Conell, coautor del libro 'Kast. La ultraderecha a la chilena'.

Varias de las últimas encuestas antes de la presidenciales mostraban una bajada considerable en los apoyos de Kast e, incluso, un empate con otro ultraderechista más radical, el libertario Johannes Kaiser, algo que finalmente no sucedió.

El exdiputado y líder del Partido Republicano, que compite por tercera vez a La Moneda y perdió contra Boric en la segunda vuelta de 2021, hizo una campaña monotemática en torno al aumento de la delincuencia y la migración irregular y evitó hablar en público de sus convicciones ultraconservadoras en materia de libertades individuales, así como de su defensa de la dictadura.

En su discurso, Kast aseguró que este domingo "Chile sí despertó", en alusión a la mítica frase que marcó las masivas protestas de 2019.

"Luego de seis años de violencia, de ideología, de mediocridad, hoy millones de chilenos han decidido abrazar un proyecto que es la oposición a este Gobierno fracasado", indicó el ultra, admirador de Donald Trump y Nayib Bukele.

Hijo de una próspera pareja de migrantes alemanes -su padre estuvo afiliado al partido nazi- y licenciado en Derecho por la Pontificia Universidad Católica, Kast no es un outsider de la política. Fue diputado 16 años por el conservador Unión Demócrata Independiente (UDI), que abandonó antes de su primer intento por llegar a La Moneda como independiente.

En 2019 fundó el Partido Republicano, que le llevó dos años después a ganar la primera vuelta de las presidenciales, aunque finalmente perdió contra Boric por amplio margen en la segunda vuelta.

El primer gran triunfo del Partido Republicano fue el "sorpasso" que hizo a la derecha tradicional hace cuatro años. Dos años después, consiguieron ganar las constituyentes y lideraron la redacción fallida de una segunda propuesta de Constitución.

Pese a tener agendas programáticas muy parecidas, se diferencia de otros líderes ultra de la región en sus formas, mucho menos disruptivas y agresivas, y en su tono sosegado.

 "Le han bautizado como el 'ultra fome' (aburrido) de la región y trata de sacar rédito de ello y presentarse como alguien que supuestamente es moderado y no radical, pero en la Academia seguimos considerándole de ultraderecha", indicó a EFE Cristóbal Rovira, académico de la Pontificia Universidad Católica.

En estas elecciones, sin embargo, le ha salido un competidor más radical: el libertario Johannes Kaiser, que alardea de representar a una nueva extrema derecha "sin complejos" y pinochetista y que quedado cuarto, por encima de la candidata de la derecha tradicional, Evelyn Matthei.

Kast ya tiene asegurado el apoyo de Kaiser y, muy probable el de Matthei. Solo está por ver para quién pedirá el voto el populista de derechas Franco Parisi, la gran sorpresa de la noche, pero los números son favorables para el ultraderechista y para que pueda cumplir eso que prometió en su cierre: "¡¡A la tercera va la vencida!". 

Parisi, "ni facho ni comunacho"

Franco Parisi Fue la sorpresa de las presidenciales de 2021, cuando quedó tercero con casi el 13 % de los votos con una campaña hecha prácticamente desde el extranjero y por redes sociales, y el economista populista ha vuelto a desafiar a las encuestas, revalidando este domingo el tercer lugar, con el 19.6 %.

Con el lema "Ni facho, ni comunacho", el líder del Partido de la Gente (PDG) propuso en campaña medidas tan dispares como la eliminación del IVA de los medicamentos o la celebración de un "tuning" masivo (autos modificados) si ganaba La Moneda.

Vencedor en las provincias mineras del norte, Parisi pidió el voto por Kast hace cuatro pero esta vez ha dicho que "no firmará cheques en blanco a nadie" e instó tanto Jara como Kast a "ganarse" sus votos.

"Estas elecciones han evidenciado un profundo rechazo a la política. Parisi estaba subrepresentado en las encuestas y es el candidato que mejor representa la antipolítica institucional. Ganarse su voto no será fácil", indicó a EFE Claudia Heiss, de la Universidad de Chile.

Chile celebró este domingo, en paralelo, elecciones parlamentarias para renovar la totalidad de la Cámara de Diputados y parte del Senado. En estos comicios, los republicanos de Kast lograron un avance considerable en ambas cámaras, lo que podría otorgar una amplia gobernabilidad a un eventual gobierno del ultraderechista.