La situación en la Franja de Gaza se torna cada vez más crítica, con nuevos reportes de ataques aéreos israelíes que han dejado decenas de víctimas mortales en las últimas horas, principalmente en la ciudad de Gaza, uno de los enclaves más densamente poblados del territorio.

A pesar de las órdenes de evacuación emitidas por las fuerzas israelíes, una gran parte de la población se resiste a abandonar sus hogares. La razón, según coinciden residentes y organizaciones de ayuda, es la falta de un refugio seguro: “Irse no garantiza la vida, quedarse tampoco”, describió un habitante del campamento de refugiados de Beach.

Los bombardeos recientes han alcanzado tanto viviendas como áreas civiles. Fuentes médicas confirmaron que una sola incursión aérea en el barrio de Al-Tuwam acabó con la vida de al menos 14 personas de una misma familia. Testigos aseguran que varias viviendas han sido destruidas en cuestión de horas y que el ejército israelí continúa emitiendo llamadas de advertencia a más residentes para que evacúen.

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Israel sostiene que su objetivo es el desmantelamiento total de la infraestructura de Hamás en la zona y ha anunciado la expansión de un paso humanitario en el sur de Gaza, conocido como “Cruce 147”, con la promesa de permitir un mayor flujo de camiones de ayuda internacional. Sin embargo, organismos de derechos humanos cuestionan que estas medidas compensen la magnitud del desplazamiento forzoso.

De acuerdo con la Red de ONG Palestinas, cerca del 10% de los habitantes de la ciudad de Gaza ya han huido en el último mes. Pero la presión sobre el resto de la población continúa en aumento, mientras la comunidad internacional pide un cese inmediato de la ofensiva y advierte sobre el riesgo de una catástrofe humanitaria aún mayor.

Fuente: Reuters