Porque Michoacán ha sido escenario, personaje y voz. Una historia que el cine ha sabido mirar con sensibilidad, rigor y belleza
Hugo Villa Smythe, colaborador La Voz de Michoacán
Las imágenes no solo registran el paso del tiempo, sino que también lo organizan, lo interpretan y, en ocasiones, lo reescriben. En este sentido, la publicación del libro Michoacán en el cine. Episodios en la pantalla -bajo el sello de Cuarta República, editorial de Michoacán y Huella Digital- es un acto de recuperación y reconocimiento. Es también una invitación a repensar la manera en que el cine ha forjado, a través de sus múltiples lenguajes, una narrativa visual del estado de Michoacán, profundamente entrelazada con la historia cultural del país.
Desde la Filmoteca de la UNAM celebramos esta publicación y nos enorgullece formar parte de ella. Durante más de seis décadas hemos preservado, estudiado y difundido la riqueza del cine nacional, con especial atención a su vínculo con Michoacán. Este lazo se ha tejido con memoria, archivo y un firme compromiso por llevar el cine más allá de los centros habituales.
Numerosos materiales de nuestro acervo establecen un diálogo directo con esta obra, al ofrecer valiosos testimonios visuales sobre los paisajes, costumbres y rostros del Michoacán de otras épocas. Películas como Carretera México-Guadalajara (1936), Morelia, Pátzcuaro y Uruapan (1945), La mariposa monarca (2000) o Eréndira Ikikunari (2006), centrada en la resistencia purépecha, forman parte de este esfuerzo por preservar la memoria regional. También destacan la restauración de La mancha de sangre (1937), con Stella Inda —originaria de Pátzcuaro—, y la recuperación de imágenes silentes de los Hermanos Alva, pioneros del cine nacional.
Figuras como Lilia Prado, Julio Alemán, el Trío Tariácuri y los directores Miguel Contreras Torres y Fernando Méndez, junto con el escritor Xavier López Ferrer —autor de El rebozo de Soledad y El gallero, adaptadas al cine—, aportaron al retrato de la complejidad sociocultural de Michoacán. Luis Buñuel también dejó una huella creativa en la región al escribir varios guiones durante su estancia en San José Purúa. Cada nombre recuperado y cada restauración representan un acto esencial para preservar nuestra memoria audiovisual.
Más allá del resguardo técnico, la relación entre la Filmoteca UNAM y Michoacán responde a un principio esencial: hacer del cine una herramienta viva y accesible. Con este volumen se inaugura un nuevo capítulo en la valoración del cine como patrimonio. La Filmoteca UNAM reafirma su compromiso de preservar no solo películas, sino también las historias que las habitan.
Porque Michoacán ha sido escenario, personaje y voz. Una historia que el cine ha sabido mirar con sensibilidad, rigor y belleza.
Hugo Villa Smythe, director General de la Filmoteca UNAM. Es abogado especializado en derecho de autor, productor de cine y fotógrafo. Ha sido director de la Comisión de Filmaciones de la Ciudad de México, director de producción del Festival de Cine de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, y del Festival Internacional de Cine de Los Cabos, Baja California.