La pérdida de Kirk, un férreo aliado del presidente estadounidense, Donald Trump, ha resonado con fuerza al otro lado del Atlántico

Ciudad de México. - La extrema derecha europea ha encontrado un "mártir" de su causa en el activista estadounidense Charlie Kirk, asesinado la semana pasada, que puede ayudarles a normalizar aún más sus ideas y a "demonizar a la izquierda", según expertos.

La pérdida de Kirk, un férreo aliado del presidente estadounidense, Donald Trump, ha resonado con fuerza al otro lado del Atlántico, con actos de homenaje en ciudades como Londres, Burdeos o Madrid y sentidas palabras de líderes como la italiana Giorgia Meloni o el húngaro Viktor Orbán.

Políticos y activistas que a principios de este mes probablemente sabían poco sobre Kirk se apresuraron a repetir las palabras de Trump, que ha responsabilizado del asesinato a la izquierda en su conjunto, y a integrarlo en su discurso de movimiento vilipendiado.

"El asesinato de Kirk encaja con el deseo de la extrema derecha de perfilarse como víctimas perseguidas. A todas las causas les gusta tener un mártir", dijo a EFE un experto en política europea en la universidad estadounidense de Georgetown, R. Daniel Kelemen.

"Politicemos su muerte"

Horas después del asesinato, el pasado 10 de septiembre, un asesor de la ultraderechista francesa Marion Maréchal, sobrina de Marine Le Pen, dejó claras sus intenciones en la red social X.

"No tengamos ninguna vergüenza a la hora de 'politizar su muerte', es decir, convertir una tragedia en útil (...) contra la amenaza de la izquierda", escribió el citado asesor, Damien Rieu.

El líder del partido de ultraderecha portugués Chega, André Ventura, apuesta también por "no olvidar el nombre" de Kirk y "usarlo" para "movilizar" aún más a sus votantes, según dijo al diario The New York Times.

Meloni ha asegurado que el asesinato es "un recordatorio de qué lado (político) es el de la violencia", mientras que Orbán ha presentado directamente el crimen como "el resultado de la campaña internacional de odio" de la izquierda.

Mientras, el líder del partido español Vox, Santiago Abascal, convirtió a Kirk en un foco central del acto 'Europa Viva 25' del pasado fin de semana en Madrid, y evocó los asesinatos del grupo terrorista ETA para alegar que "la izquierda no renuncia a la violencia".

"Los partidos de extrema derecha insisten mucho en que se les está excluyendo y marginalizando, y (el asesinato de Kirk) les da la oportunidad de decir: 'También nos están matando'", explicó a EFE una experta en la extrema derecha europea, Marta Lorimer, de la universidad británica de Cardiff.

Ese discurso se enmarca en una "tendencia creciente de demonización de la izquierda", y no solo de la más radical, a pesar de que, sobre todo en Estados Unidos, hay muchos más casos de violencia política procedentes de la derecha, añadió Lorimer.

La normalización de las ideas de Kirk

La experta no cree que los votantes europeos recuerden el caso de Charlie Kirk cuando voten en las próximas elecciones, pero sí opina que lo ocurrido "exacerbará la integración de las ideas de la extrema derecha en la corriente política principal".

Posturas como la mano dura con la inmigración, el escepticismo con la agenda verde o la desregulación solían ser exclusivas de la extrema derecha, pero al calor del auge de esos partidos en Europa se han colado en muchas plataformas de centroderecha y de la propia Comisión Europea.

Convertir en "mártir" a Kirk puede ayudar a avanzar en ese proceso, pues el joven activista era conocido por sus posturas racistas y contrarias a los derechos de las personas LGBTI+, y llegó a comparar el aborto con el Holocausto.

Lo que más ha sorprendido a Lorimer tras el asesinato es la "normalización" de esas posiciones, "hasta el punto de que ya no parece posible comentar que esas ideas son peligrosas", algo que en Estados Unidos se ha traducido en despidos, sanciones y otras formas de censura.

Aunque en Europa la cosa no llega tan lejos, la familia política de Alternativa para Alemania (AfD) ha propuesto conceder a Kirk el premio Sájarov a la libertad de conciencia y el grupo de Meloni promovió, sin éxito, que el Parlamento Europeo dedicara un minuto de silencio al estadounidense en su último pleno.

La liberal francesa Nathalie Loiseau fue la única eurodiputada que intervino en ese pleno para defender que las ideas de ese aliado de Trump, "que glorificó la segregación racial y pidió a las mujeres que volvieran al hogar", no representan a Europa.

"Me quedé atónita al ver que querían convertir a Kirk ya no en víctima sino en héroe, y no solo eso: en un héroe europeo", escribió Loiseau en una columna en el diario Le Monde.