El informe presentado propone un cambio de paradigma en las políticas públicas de la región al demostrar que cada peso invertido en atención y prevención ayuda a reducir costos

Ciudad de México. - La salud debe dejar de verse como un gasto y comenzar a entenderse como una inversión con alto retorno económico y social, concluye un nuevo estudio del instituto alemán Wifor, que cuantifica la Carga Socioeconómica (CSE) del cáncer de mama HER2+ y el Impacto Social (IS) de los tratamientos innovadores de Roche en diez países de América Latina.

El informe, presentado en octubre durante el Roche Press Day 2025, propone un cambio de paradigma en las políticas públicas de la región al demostrar que cada peso invertido en atención y prevención médica puede traducirse en mejoras en productividad, bienestar y reducción de costos futuros para los sistemas de salud.

Daniel Falconi, economista y exfuncionario del Ministerio de Finanzas de Ecuador, destacó la necesidad de que los Gobiernos integren criterios financieros y sociales al momento de asignar recursos en salud.

“Es muy importante que las conversaciones entre los ministerios de Hacienda y de Salud puedan tener información técnica, financiera y política para la gestión de decisiones, porque en estricto sentido todos los ministerios compiten por espacios fiscales”, señaló.

Falconi subrayó que la salud preventiva y la atención temprana no solo mejoran la calidad de vida, sino que representan un ahorro sustancial para los Estados.

El economista también insistió en que los ministerios de finanzas deben adoptar herramientas que midan el retorno social y económico de las políticas sanitarias.

De acuerdo con el estudio, los países latinoamericanos tienen la oportunidad de avanzar hacia sistemas de salud sostenibles si integran metodologías de evaluación económica, alianzas público-privadas y mecanismos presupuestales innovadores que premien los resultados.

“El futuro de la región depende de entender que invertir en salud es invertir en desarrollo humano”, concluye el informe.

Innovar para dar mayor esperanza

 Elma Celina Rodríguez, gerente asociada de Políticas de Salud para América Latina de Roche, explicó que el cáncer de mama HER2+ fue elegido para el estudio porque “es una de las formas más agresivas y, al mismo tiempo, una de las que más esperanza ha traído gracias a la innovación médica”.

“El cáncer de mama es la principal causa de muerte por cáncer en mujeres en América Latina, y el subtipo HER2+ afecta a entre el 15 % y el 20 % de los casos. Estudiarlo nos permite entender no solo su impacto clínico, sino también el enorme costo social y económico que recae sobre mujeres en plena edad productiva”, subrayó.

Rodríguez detalló que en 2023 “el 80 % de la carga socioeconómica en América Latina correspondió a mujeres entre 20 y 59 años —más de 3,500 millones de dólares en productividad perdida—, mientras que en países de ingresos altos esa proporción no supera el 50 %”.

El informe estima que la carga acumulada del cáncer de mama HER2+ entre 2017 y 2023 asciende a 25.300 millones de dólares, una cifra que, según Rodríguez, “no son solo números. Representan tiempo de vida y trabajo perdido, sueños truncados y hogares que pierden su sostén”.

El estudio revela además que los tratamientos innovadores desarrollados por Roche generaron un beneficio económico acumulado de 157 millones de dólares en la región entre 2017 y 2023.

“Detrás de ese número hay algo profundamente humano: mujeres que pudieron volver a trabajar, a cuidar, a vivir”, apuntó Rodríguez.

La especialista advirtió que la mayoría de los diagnósticos en la región llegan demasiado tarde, lo que “refleja inequidades profundas y un subfinanciamiento crónico”, ya que “los países latinoamericanos invierten en promedio solo 3.8 % del PIB en salud pública, cuando la Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomienda al menos el 6 %”.

Rodríguez también alertó sobre los retrasos en el acceso a terapias innovadoras, que pueden superar los 1,600 días en América Latina. “Esa espera no es solo burocrática: es una espera de vida”, afirmó.

Ambos especialistas coincidieron en que fortalecer la cooperación entre los sectores de salud y finanzas, así como promover alianzas público-privadas, será esencial para garantizar acceso equitativo, diagnóstico temprano y sostenibilidad del sistema.

“La salud no es un gasto: es la inversión más inteligente y humana que puede hacer una sociedad si quiere crecer de manera sostenible e inclusiva".