En la víspera de su 14 aniversario, nos sentamos con él para conversar sobre el origen del colectivo, su trayectoria y la filosofía que lo mantiene vivo, lejos de la competencia y cerca de la empatía.
José Roberto Morales Ochoa, colaborador La Voz de Michoacán
Morelia, Michoacán. - Abdías Martínez Hernández es un poeta que se define no solo por su pluma, sino por el colectivo en que participó en su fundación hace 14 años: Poeta en su Tinta. Más que un grupo, es un espacio de encuentro, de creación y de camaradería donde la palabra es el punto de confluencia.
En la víspera de su 14 aniversario, nos sentamos con él para conversar sobre el origen del colectivo, su trayectoria y la filosofía que lo mantiene vivo, lejos de la competencia y cerca de la empatía.
Una formación literaria, una vida de escritor
Para Abdías, su primer nombre, "Abdías", ya es una declaración. "No es muy común", explica, "por eso dejamos Abdías Martínez, para acortar, solo un apellido, mi nombre completo era demasiado largo". Nacido en Huétamo, Michoacán, hace 36 años, llegó a Morelia hace 20 para estudiar Lengua y Literaturas Hispánicas – hoy la facultad de letras – en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
Durante su paso por esta escuela, en el marco del 100 aniversario de la universidad, que en octubre de 2017 cumplió un siglo de haber sido fundada, se seleccionaron a 100 poetas nicolaítas, que representasen la centuria de existencia de la Universidad, a lo que agregó “publicaron un libro de poesía para festejar los 100 años de la Universidad Michoacana y compilaron a poetas que fueron nicolaítas y para mí fue una maravillosa sorpresa porque aparecí último, me honró mucho que me pusieran en esa antología con algunos grandes como, Ocaranza.”
Su relación con la escritura no fue inmediata. A pesar de su formación, confiesa que "mientras estudié letras, yo no escribía". Su encuentro con la pluma fue posterior a su egreso. El respeto por la escritura lo mantuvo enfocado en el análisis y la lectura, una base que, sin saberlo, se convertiría en el cimiento de su propia voz. En 2013, dentro de los Premios Michoacán de Literatura, fue elegido ganador en la categoría Ópera prima (poesía) con la obra "Santasanctórum", a lo que nos declaró – “Mientras estudiaba Letras, no escribía. Me concentré en el estudio: en el análisis, en la lectura, en comprender el oficio desde la teoría. Mi encuentro con la escritura llegó después de egresar, cuando empecé a asistir a eventos, participar en programas de radio y, poco a poco, ejercitar la palabra escrita. Luego vino el premio, ese distintivo que, aunque simbólico, tiene peso: en Michoacán, contar con una etiqueta ayuda a visibilizarse, a estar en el mapa. Hay muchos que no ganan, pero necesitan esa estrellita. Yo, mientras estudiaba, no escribía. Sentía un profundo respeto por quienes lo hacían. Mi tarea era otra.”.
El nacimiento de Poeta en su Tinta: Un taller de creación y solidaridad
La idea de formar un colectivo surgió de la necesidad de compartir. En programas de radio y espacios de difusión cultural, Abdías se encontró con otros jóvenes con el mismo anhelo: un lugar para leer, pulir textos y recibir retroalimentación. "Encontramos como estos puntos de coincidencia y este acompañamiento", relata. Así nació el colectivo “Poeta en su Tinta”, siempre entendido como un taller literario – “la primera idea de un taller es como leerte trabajar tus textos pulirlos, mutilarlos, descartarlos, sumarle, tener otros ojos que te lean, que te puedan recomendar, ¿no? Entonces se fue integrando el colectivo, ahora le llamamos por el número, pero es un taller literario. A mí me gusta mucho decirlo, es un colectivo... inicialmente multidisciplinario, había músicos, artistas visuales, artistas escénicos y se fue nutriendo, pero siempre girando en torno de la literatura, este punto de coincidencia de leer, de escribir, de querer decir algo a través de la literatura, de los géneros que cada uno escribe de una forma libre, acompañada, no juzgada, pero sí con el gusto de querer compartir,”
El grupo, que hoy cuenta con 26 miembros, ha visto ir y venir a muchos, pero mantiene un núcleo fundador. "De los que iniciamos, creo que nada más estamos por antigüedad Carmen y yo", comenta Abdías, destacando la permanencia de un par de miembros desde el inicio, a lo que agregó – “El taller es un espacio que, si deja de resonar contigo o ya cumpliste tus objetivos, simplemente se deja atrás: uno sale y busca. Yo estuve antes en otro grupo, pero sentí que no era para mí. Entonces decidí formar mi propio proyecto, abrirlo, recibir a quienes quisieran compartir. Algunos tomaron otros caminos, formaron sus propios grupos, otros siguieron como escritores independientes”.
La filosofía del colectivo se aleja de la competencia. Es un espacio de "compañía, de cercanía, de empatía". Aquí, el proceso creativo se nutre del diálogo. Músicos, artistas visuales y escénicos han enriquecido el taller, demostrando que la literatura es un punto de encuentro multidisciplinario. A lo que agregó – “Al final, somos un colectivo, pero también existen los proyectos individuales. Cada quien ha seguido sus propios objetivos: algunos hemos escrito y publicado libros o plaquettes por cuenta propia. Compartimos una temática, un libro de aniversario, una visión común, pero también están nuestras ideas, intereses y propuestas personales, que nunca entran en conflicto con lo que el colectivo representa. Al contrario, nos acompañamos: asistimos a presentaciones, escribimos prólogos entre nosotros, compartimos comentarios críticos. Lo que nos une es la compañía, la cercanía, la empatía. No competimos; construimos comunidad.”
Fotografía 2: Taller Poeta en su Tinta en La Cafetería de Allende.
Una ruta itinerante por la ciudad
El camino de “Poeta en su Tinta” está marcado por los espacios que han habitado. "Recuerdo justo el lugar donde iniamos", dice Abdías con una sonrisa, "fue un 12 de septiembre, aquí a dos cuadras, En el Hotel Casa del Anticuario, que nos recibió el ingeniero Gerardo Leal, ahí nos reuníamos, en aquel entonces estaba en el grupo la escritora Lourdes Uranga, la pintora Paloma Zárate, estaba la artista visual, también poeta Laila Pita, Miguel Ángel Romo Insunza, la actriz de Teatro Juanita Romero, con ellos iniciamos el taller, con Carmen Mirel, Erick Alonso. Allí, rodeados de antigüedades, con tequila y en compañía de amigos, sentaron las bases del proyecto”.
“Hoy puedo decir la mesa ha crecido” me comparte enfáticamente, reconociendo que el taller tiene ese carácter de ser un vehículo transitorio, pero justo los acompañantes del momento, que aunque algunos cambian u otros ya han trascendido en su momento han fortalecido – “El ritmo que tiene hoy el taller, la energía que tiene el taller, el poder de la palabra que tiene... quienes habitan el taller es maravilloso, es algo muy rico y es algo que nos mantiene en movimiento, la energía de Dariana Efëndra, de Trilce Ariadna Mendoza, de Alejandro Correa, de Neftalí Hernández, Nikté Ha Yalit, el maestro Juan García, todos ellos le dan vida”.
Desde entonces, han recorrido la ciudad, convocando por periodos breves sin causa fija, ni compromiso latente sus reuniones por distintos hoteles, casas, por cafés y espacios culturales. Esta itinerancia, más que una dificultad, se ha convertido en una filosofía. "Creemos que la lectura complementa al escritor", afirma, "andamos itinerantes, buscando posibilidades de encuentro, posibilidades de escritura, se tuvo la maravillosa idea de aprovechar la ciudad, después del Hotel del Anticuario, el mismo propietario nos invitó al Hotel Refugio Victoria, donde recuerdo memorables reuniones de miércoles con vistas hacia el Quinceo" cambios de locaciones han sido parte también del dinamismo del taller – “hace un par de años el colectivo decidió pues deambular por la ciudad, buscar cafés, quien estaba a cargo del mes proponía cafés, nos dimos a la tarea de buscar espacios, de someter al juicio de todos qué espacios querían visitar y recorrimos varios cafés de la ciudad, una semana aquí, otra semana por allá, aprendiendo también de los espacios, de las posibilidades que te dan, queriendo volver a muchos espacios como aquí, queriéndonos quedar un rato y también la verdad es no queriendo volver a muchos otros”.
Independencia y colaboración con las instituciones
El taller en su búsqueda de enriquecerse, también busca complementarse y nutrirse desde lo que otros espacios tienen por ofrecer, acerca de ello se integran en otros, por ejemplo clubes de lectura que nutren la experiencia de todos, “Creemos mucho que la lectura complementa al escritor. Es a veces, como dice por ahí, también es tu respaldo todo lo que lees, porque al final, como dicen, lo que escribes también se nota de forma implícita todo lo que está detrás de ti como lector”.
Poeta en su Tinta es un proyecto autogestivo. Han publicado libros y plaquets con su propio esfuerzo, financiando los proyectos de manera independiente. " Es complicado también el asunto institucional, pero también cuando hay la posibilidad, pues los artistas creo que también podemos aprovecharlo, porque al final, como artista, también tienes tú el derecho de poder participar las posibilidades que el Estado puede darte, o que una institución puede darte. explica esto sobre los apoyos obtenidos por parte de las instancias de gobierno “El trabajo independiente no está en conflicto con las instituciones. Muchos artistas, si tenemos la oportunidad de recibir apoyo, lo aceptamos: buscamos espacios, acompañamiento, respaldo. Pero muchas veces estos espacios y acompañamientos están muy condicionados”. Puntualizó.
“Hace un par de años quisimos participar en una feria del libro local. Me ofrecieron el espacio a mí, pero las 22 personas de Poeta en su Tinta, argumentando que no podrían subir todos al escenario. En un esfuerzo absurdo nos asignaron el Museo Regional en lugar de la Plaza de Armas, el espacio principal.
Solicité formalmente que, si no se les podía incluir, al menos se les informara con respeto. Les dije: – Hay 22 escritores michoacanos comprometidos con la literatura. Si no son dignos de un escenario, háganlo explícito. Escríbanles una carta –.
Al final, entre errores logísticos y contradicciones, aparecimos en el programa impreso, pero decidimos no presentarnos.”
A pesar de su independencia, no están peleados con las instituciones. Abdías reconoce que el apoyo institucional puede ser valioso, pero critica la falta de apertura. "Nosotros seguimos trabajando", dice, "si no hay un presupuesto para una publicación, si no hay convocatorias editoriales colectivas, nosotros nos gestionamos". Su éxito no se mide en premios o apoyos, sino en la capacidad de seguir creando. Reconoce algunos espacios que se le han abierto: – “Hay espacios estatales, hay funcionarios que son muy comprometidos con su hacer y yo hablo maravillas de Albha Nungaray porque he encontrado la posibilidad y del reconocimiento del quehacer de poeta en su tinta, ¿no? De todos, no de Abdias. Cuando yo pido un espacio no hablo para Abdias, este... y hago notar que yo formo parte de ese colectivo de 22, 25, 26 personas, y que no es para mí un favor, es un compromiso con la gente que hace literatura en Michoacán, en Morelia.”
En Michoacán, el ejercicio cultural independiente no solo resiste: se reinventa desde la colaboración, la artesanía y el compromiso con la palabra; Abdías nos comparte cómo se construyen redes editoriales fuera de los circuitos tradicionales – “Publicamos con proyectos que tienen trayectoria en la ciudad y el estado. En su momento, “Poesía Volante” fue una plataforma clave, con publicaciones mensuales organizadas por Juan García Chávez. Algo similar hace el maestro Marco Antonio Regalado con “La Caja de Pandora”, que también abre espacio a la edición independiente.
Los escritores gestionamos, buscamos diálogo con quienes pueden editarnos. Yo tengo un proyecto con Jorge Arriola llamado “Editores en su Tinta”, donde acompañamos a autores independientes que buscan publicar un plaquette, un dossier poético, una revista o un pequeño libro.
También está “La Dobladera”, de Juni, que crea libros hechos a mano como objetos culturales y artísticos. Ella se sienta contigo, te propone una edición personalizada y te muestra incluso cómo dobla cada ejemplar artesanalmente. Ser independiente es también eso: crear desde el vínculo y la dedicación.”
Más que un taller literario, Poeta en su Tinta ha sido una experiencia compartida de creación, edición y oficio. Abdías Martínez, nos cuenta cómo el grupo ha construido su propio camino editorial desde lo artesanal – En 14 años, Poeta en su Tinta ha publicado tres libros y alrededor de cinco o seis plaquettes colectivas. Todo lo armamos entre nosotros: recuerdo que Juan García incluso nos ponía a coser a mano; entonces ahí estamos todos los poetas doblando las hojas zurciendo en un proceso de encuadernación viviendo también esta experiencia por supuesto Firmando tus libros, ¿no? De la praxis del libro, Vivíamos el proceso completo, como si cada libro fuera una pieza única, hecha con cuidado y compañía.
El vals de los 15 años y la estación Poesía
Para Abdías en Poeta en su Tinta, el tiempo no se mide en años, sino en miércoles compartidos. Nos comparte emocionado sobre el presente del taller, su riqueza colectiva y la idea de que el destino poético no es un punto de llegada, sino un camino que se reinventa. – “Cada miércoles se escribe algo distinto. Pensar en una proyección a futuro me conmueve mucho, me emociona, pero no tengo prisa como de pensar, ¿no? ¿Qué será? Lo que hoy hay es una realidad... muy enriquecedora desde la literatura, desde los procesos creativos, desde todas las visiones, las poetas y los poetas que conforman hoy el taller, pero también cada uno justo desde la individualidad, desde lo que cada uno trabaja constantemente están aportando y dándole este movimiento 14 rutas, decimos hoy, haciendo referencia a los 14 años y con un objetivo en común, que es la estación poesía que esperamos nunca alcanzar, porque al final... pues cuando llegas a tu destino, se cumple un objetivo, y nosotros queremos pensar en que puede haber muchos otros tantos destinos, y que podemos reescribirlos en el camino”
El próximo año, Poeta en su Tinta celebrará sus 15 años. – "Tendremos que hacer la ceremonia de quince años", bromea Abdías, refiriéndose a la celebración. Más allá del festejo, la visión a futuro del colectivo es incierta, pero emocionante. – "Pensar en una proyección a futuro me conmueve mucho, me emociona, pero no tengo prisa. Como en el cuento Guardaújas de Juan José Arreola, quizá algún día tengamos que cargar los vagones, hacer la comuna, acompañarnos en cosas que van más allá de la literatura. Lo que cada persona aporta hoy, esa energía colectiva, es lo que me gustaría que siga sosteniendo al taller. Sin etiquetas, sin destino fijo, pero con la certeza de que seguimos escribiendo el camino.".
Cómo se define Poeta en su tinta desde sus actores
“Ser "Poeta en su tinta" es una gota que se desliza en travesía por el puente del paladar, una lluvia de tintes cefalópodos que exterminan mi sed y mi sequía. Habitarle, significa sencillamente existir.” Dariana Efëndra
“Estar en el grupo me hizo más sensible ante la profundidad de la poesía, pude darme cuenta de las posibilidades de ser, hacer y sentir cuando te involucras con las letras en mundos mágicos; aprendí a conocer la literatura, a respetarla.” Cecilia Ekaterina Cornejo García
““Poeta en su tinta” es cauce de mis pensamientos, agua fresca para despertar, el rocío matinal que lleva mis pies a senderos inexplorados y con quienes quiero llegar a ver un claro en el bosque, esperándonos. No trazamos metas juntos, era nuestro destino encontrarnos.” Trilce Ariadna Mendoza
““Poeta en su Tinta” es la zona donde las letras encuentran un sentido e identidad, a veces propia y a veces compartida. Cada miércoles soy “Poeta en su Tinta”, porque cuento lo que no sale de manera verbal; las letras se transforman en un narrador que no siempre quiere contar historias.” Alejandro Correa Correa
“La tinta que compartimos en el taller ha despertado en mí la veracidad de una hermandad, forjada alrededor de una mesa colmada de aprendizaje y humildad.” Mari Villicaña
“En “Poeta en su tinta” hemos usado tubos y tubos de tinta, permitiéndome humores y trágicos deseos. Es un grupo disciplinario que me ha hecho dedicarme a lo que conozco de la poesía. Es un grupo que me ha puesto en el templete de la satisfacción pública de la lectura. Un grupo con el que me redescubrí anonado de modo esencial.” Edel Zavala Regalado
““Poeta en su tinta” me hace sentir feliz, porque me hace sentir que estoy conectado con otros escritores, que estamos todos en este viaje juntos, compartiendo nuestras experiencias y nuestros conocimientos.” Nikté Ha Yalit
“Sigo ese camino del taller porque ahí generamos comunidad cultural literaria, textos creativos y multiplicamos la amistad.” Juan García Chávez
“”Poeta en su tinta” es la espontaneidad de escribir y compartir lecturas…” M. Emilio Andrade Álvarez
“Encontrarme por primera vez con “Poeta en su Tinta” fue para mí un momento mágico, lo sigue siendo cada miércoles, espero ese tiempo gozoso de mezclar la esencia del alma, impregnada de emociones, con la tinta. Instantes de alquimia son cada taller, donde se escucha el pensamiento creativo de cada integrante y donde puedo plasmar palabras pensadas, espontaneas. Un momento culminante cuando hay un lector y dice: “Me gustó lo que escribiste” eso es para mí encantador, inspirador, ¡es mágico!” Lupita Martínez
“La pluma es el vehículo, pero ¿a dónde ir?, ¿qué rumbo tomar?, preguntas complejas, hay muchos topes, baches y muros. Pero en el horizonte también hay refugios, páramos y caminos posibles, como los que abre Poeta en su Tinta.” Ulises FonMadri
José Roberto Morales Ochoa, promotor y gestor cultural, con especialidad en museografía, museos y centros culturales.
Instagram: @jrobertomorales
Email: imrobertomorales@gmail.com