El 47 % de los pacientes con infarto precoz tenían hipertensión

Morelia, Michoacán.- Un estudio de investigadores españoles en el que han participado veinte hospitales ha apuntado al tabaco y al colesterol como causas clave del infarto en jóvenes, datos que elevan el riesgo cardiovascular incluso por encima del de pacientes con enfermedades como la hipertensión o la diabetes.

Este trabajo, impulsado por la Agencia de Investigación de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), se ha presentado durante el Congreso SEC25 de la Salud Cardiovascular que se celebra en Granada y ha señalado al tabaco y a las alteraciones en el colesterol como causas importantes del infarto precoz.

Los especialistas llaman infarto precoz a aquel que sucede antes de los 55 años en los hombres y por debajo de los 65 en las mujeres.

El estudio, en el que han participado 20 hospitales españoles y más de 500 pacientes con infarto agudo de miocardio y enfermedad coronaria obstructiva, ha encontrado diferencias clínicas relevantes entre quienes han sufrido un infarto precoz y los de un debut más tardío.

El cardiólogo del Hospital 12 de Octubre de Madrid Héctor Bueno ha recalcado que los pacientes de infarto precoz presentaban menor prevalencia de hipertensión y diabetes, pero mayor de tabaquismo activo e hipercolesterolemia.

En concreto, el 47 % de los pacientes con infarto precoz tenían hipertensión frente al 66 % de aquellos que sufrieron el infarto a una edad más avanzada. Lo mismo sucede con la diabetes: solo el 18 % de los pacientes con infarto precoz la padecían frente al 34 % de quienes sufrieron un infarto más tardío.

Sin embargo, tenían hábitos más perjudiciales, como un mayor porcentaje de fumadores activos (60 % frente al 29 %), y presentaban con más frecuencia antecedentes familiares de enfermedad coronaria o colesterol alto.

En cuanto al tratamiento, se realizaron más estudios invasivos del corazón en el grupo joven y recibieron más frecuentemente medicamentos más potentes para prevenir la formación de coágulos sanguíneos, aunque el uso de aspirina, estatinas y fármacos para la insuficiencia cardiaca fue similar en ambos grupos.

"Estos resultados subrayan la importancia de identificar y manejar los factores de riesgo específicos en pacientes jóvenes con infarto, especialmente el tabaquismo y el colesterol, para mejorar su pronóstico y calidad de vida", valora el doctor Héctor Bueno.

Este subanálisis se ha llevado a cabo con datos del estudio GENAMI-Prevention, cuyo objetivo era explorar qué factores específicos de género estaban presentes en las mujeres con infarto agudo de miocardio y si aspectos relacionados con el género influyen en la adherencia de las pacientes a las medidas de prevención secundaria.