El pontífice destaca que el restablecimiento de la unidad entre los cristianos «no nos empobrece; al contrario, nos enriquece».

Ciudad del Vaticano.- El papa León XIV instó a los cristianos a "dejar atrás controversias teológicas" y a trabajar por la unidad de la fe, proponiendo un ecumenismo "orientado al futuro" que promueva la reconciliación y el diálogo.

La carta apostólica titulada 'Unidad de la fe' fue publicada este domingo, con motivo del 1.700 aniversario del Concilio de Nicea, el primer concilio ecuménico de la Iglesia, y en vísperas del viaje apostólico del papa a Turquía.

En el documento, León XIV reflexiona sobre la importancia de la unidad cristiana y propone un ecumenismo basado en la "reconciliación, el diálogo y el intercambio de nuestros dones y patrimonios espirituales", orientado siempre hacia el futuro.

"Debemos dejar atrás controversias teológicas que han perdido su razón de ser para adquirir un pensamiento común y, más aún, una oración común al Espíritu Santo, para que nos reúna a todos en una sola fe y un solo amor", escribe León XIV.

Para lograr esta unidad, el pontífice explica que será necesario un "camino paciente, largo y a veces difícil", que requiera "arrepentimiento y conversión de todos".

"En la unidad de la fe, proclamada desde los orígenes de la Iglesia, los cristianos están llamados a caminar concordes, custodiando y transmitiendo con amor y con alegría el don recibido", añade.

El pontífice estadounidense y con nacionalidad peruana destaca que el restablecimiento de la unidad entre los cristianos "no nos empobrece; al contrario, nos enriquece".

En la carta apostólica, reflexiona sobre el Concilio de Nicea de 325, que marcó un momento culminante al reunir por primera vez a los cristianos de Oriente y Occidente y en el que se llegó a un importante acuerdo teológico del que nació el actual "Credo" sobre la divinidad de Dios y de su hijo, acabando con los arrianos, que no creían en la divinidad de Jesucristo.

En este sentido, el papa recuerda este Credo como "un vínculo de unidad entre Oriente y Occidente" y una "profesión común de todas las tradiciones cristianas", resaltando que sigue siendo "la base y el criterio de referencia para este camino de unidad y reconciliación".

"Nos propone, de hecho, un modelo de verdadera unidad en la legítima diversidad", afirma.

En su mensaje, León XIV reconoce los "importantes avances" en el diálogo ecuménico de los últimos años, aunque "la plena unidad visible con las Iglesias ortodoxas y las Comunidades nacidas de la Reforma" aún no se ha logrado.

Sin embargo, destaca que el diálogo ha permitido "reconocer a nuestros hermanos y hermanas en Jesucristo en los hermanos y hermanas de las otras Iglesias y Comunidades eclesiales".

El papa insiste en que, en un mundo "dividido y desgarrado por muchos conflictos", una única comunidad cristiana universal puede ser un "signo de paz" y un "instrumento de reconciliación" que contribuya "de manera decisiva a un compromiso mundial por la paz".

Además, afirma que la unidad de la fe "ofrece esperanza en estos tiempos difíciles", en medio de "preocupaciones, temores, amenazas de guerra y violencia, desastres naturales, injusticias y hambre".

El pontífice también recuerda que, para muchos, Dios ya no tiene sentido en sus vidas, en parte porque "en nombre de Dios se han librado guerras, se ha matado, perseguido y discriminado".