Podrían evitar 28 millones de infartos y accidentes cerebrovasculares, sumar 150 millones de años de vida saludable y generar más de un billón de dólares en beneficios económicos
Ginebra, Suiza. Invertir tres dólares al año por persona en medidas para reducir el impacto de las enfermedades no transmisibles, como más impuestos al tabaco y el alcohol o campañas de concienciación para la infancia, puede salvar 12 millones de vidas hasta 2030, concluye un estudio presentado este jueves por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Mejores controles de la hipertensión y de detección del cáncer de cuello uterino son otras medidas citadas por la OMS para combatir mejor unas enfermedades que provocan más de 40 millones de muertes al año en el mundo, aproximadamente dos tercios del total.
«Podrían evitar 28 millones de infartos y accidentes cerebrovasculares, sumar 150 millones de años de vida saludable y generar más de un billón de dólares en beneficios económicos», añade la investigación de la agencia sanitaria de Naciones Unidas.
Las cifras se brindan en un estudio publicado por la OMS a pocos días de que en los márgenes de la Asamblea General de la ONU en Nueva York se celebre un encuentro de alto nivel sobre lucha contra estas enfermedades, en el que se espera que los Estados adopten una ambiciosa declaración política para acelerar la acción global.
«Tenemos las herramientas para salvar vidas y reducir el sufrimiento (…). Invertir en la lucha contra estas enfermedades no es sólo una buena política económica, sino una necesidad urgente para la sociedad», declaró de cara a la reunión el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
La OMS subraya que la mayor inversión en el combate a estas dolencias debe llevarse a cabo en los países en desarrollo, donde se producen tres de cada cuatro muertes por enfermedades no transmisibles, o unos 32 millones de decesos cada año.
El informe analiza también los progresos en la lucha contra estas enfermedades y concluye que en cuatro de cada cinco países se han reducido las muertes por este motivo, aunque el ritmo de descenso se está frenando de forma significativa en todas las regiones.
Siete de las principales causas de muerte en el mundo son enfermedades no transmisibles, y en primer lugar figuran las dolencias cardíacas, con unos nueve millones de fallecimientos cada año, mientras que en el tercero se sitúan los infartos, con unos siete millones de decesos según cifras de 2021.
Problemas pulmonares, cánceres del sistema respiratorio, Alzhéimer, diabetes y problemas renales también son dolencias no comunicables en el top 10 de mayores «asesinos» del ser humano.
Los mayores descensos en muertes (según datos de 2010-2019) se han conseguido en dolencias cardiovasculares y determinados cánceres (de pulmón, próstata, estómago, colorrectal, cervical y de mama), según el informe.
Por contra, ha aumentado la mortalidad por cáncer de páncreas o de hígado.
El informe de la OMS advierte que las compañías fabricantes de tabaco, bebidas alcohólicas y alimentos ultraprocesados, cuyo consumo contribuye a un mayor riesgo de estas enfermedades, continúan intentando bloquear o debilitar políticas encaminadas a su prevención, desde impuestos a sus productos o limitaciones a su acceso por parte de la infancia.
«Es inaceptable que los intereses comerciales estén por encima de cada vez más muertes y afectados por estas enfermedades», lamentó el director de Prevención de la OMS, Etienne Krug.