Entre carencias económicas y autogestión, cineastas morelianas estrenan “Las hijas de la primera noche”, un proyecto que refleja la fuerza del cine independiente en Morelia
Morelia, Michoacán.- Mientras los reflectores internacionales se concentran en la alfombra roja del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), en las calles de la misma ciudad, creadoras locales pelean contra la precariedad para sostener su propio espacio: el cine independiente.
Dalia González Ruiz y Elizabeth Legarreta López, realizadoras de Luna Atra Producciones, preparan el estreno de su cortometraje ‘Las hijas de la primera noche’, para el próximo 25 de octubre en la Casa Natal de Morelos, pero su proyecto dista de los fastos y patrocinios del festival.
“Yo creo que el primer obstáculo es el tema del dinero. Los primeros dos cortos los hicimos sin iluminación, o sea, iluminábamos literalmente con el celular”, señala Dalia González.
Ambas cineastas relatan que la producción se ha sostenido con recursos propios, esfuerzo colectivo y una red mínima de apoyo.
“Lo más complicado sí fue justamente la falta de dinero. No la falta en sí, sino el tener que acoplarnos o ingeniárnoslas. Somos ingeniosas, entonces pues nos las ingeniamos para esas cosas en las que no podíamos gastar”, comenta Elizabeth Legarreta.
Las barreras no terminan con la economía, ya que las jóvenes realizadoras enfrentaron trabas burocráticas para obtener permisos de grabación.
“Sí nos la hicieron cansada, y pues es porque somos pues nadie, ¿no? Digo, si llegara Guillermo del Toro a querer grabar en la Casa de Cultura, yo creo que no se lo hubieran hecho tan cansado”, ironiza Elizabeth Legarreta.
Incluso con apoyo parcial de la Casa de la Cultura, donde son parte de un taller de cine, tuvieron que modificar locaciones por falta de personal de limpieza o por la falta de tiempo.
“Hubo una locación que nos cancelaron y nos quisieron reagendar, pero no tomaron en cuenta que nosotros calendarizamos los días de rodaje. Esa locación se tuvo que sacrificar”, explicó Dalia González.
Las carencias técnicas son otro frente, pues con cámaras de acción “DJ Pro” y equipo de iluminación básico, el reto ha sido compensar la falta de tecnología con creatividad.
“Lo primero que se sacrifica en el cine independiente, pues quizás sea la calidad del video”, admite Dalia, mientras Elizabeth detalla que incluso la postproducción ha requerido software gratuito: “He tenido que buscar programas nuevos, de código abierto, porque no tenemos el dinero para pagar los programas carísimos que se suelen usar”.
El rodaje se realizó sin remuneración económica, pero con una energía colectiva que ambas describen como su mayor logro.
“Todos estaban muy emocionados y trabajamos lo mejor posible. Un compañero nos llevó conchas un día, otro llevaba de comer; es esta parte de compartir los espacios”, explica Dalia.
Mientras en el Centro Histórico se desplegará la alfombra roja del FICM con invitados de talla internacional, ‘Las hijas de la primera noche’ se estrenará con una “cooperación consciente”, abierta al público.
El proyecto, hecho completamente por mujeres, incluye una banda sonora original de una cantautora local conocida como ‘Pao Stump’ que colaboró sin cobrar.
En contraste con el glamour del festival, el cine independiente moreliano se sostiene en la autogestión y la voluntad de contar historias sin respaldo institucional.
“Para hacer cine se requiere mucha mano de obra, se requiere mucha gente trabajando, se requieren muchas cosas, y cuando se es así, de a poquitos, sí es un gran reto, pero vale la pena para poder contar historias”, concluyó Dalia.