Las autoridades mexicanas y estadounidenses mantienen abiertas diversas investigaciones en contra de Carlos Alberto Torres Torres, exdiputado federal y figura política con una larga trayectoria en el ámbito público, por su presunta participación en operaciones de lavado de dinero, evasión fiscal y tráfico ilegal de combustibles, informaron fuentes cercanas a los procesos.
El político mexicalense, quien en los últimos años cambió su afiliación del Partido Acción Nacional (PAN) a Morena, enfrenta acusaciones sobre la introducción irregular de diésel proveniente de Texas a través del puerto de Ensenada, actividad detectada durante una revisión de operaciones comerciales transfronterizas.
De acuerdo con reportes, las pesquisas en Estados Unidos apuntan a una posible red de movimientos financieros opacos, mientras que en México la Fiscalía General de la República (FGR) revisa presuntas irregularidades en la importación y distribución de combustibles.
Carlos Torres comenzó su carrera dentro del PAN en la década de 1990, donde ocupó diversos cargos de representación, entre ellos diputado federal por la vía plurinominal (2006-2009) y delegado federal de la Secretaría de Desarrollo Social.
En 2019, se unió a Morena tras ser expulsado del PAN por respaldar la ampliación del mandato del entonces gobernador Jaime Bonilla. Ese mismo año contrajo matrimonio con Marina del Pilar Ávila Olmeda, actual gobernadora de Baja California, quien recientemente confirmó su proceso de divorcio con el político.
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La figura de Torres cobró notoriedad mediática después de que el gobierno de Estados Unidos revocara su visa de no inmigrante en mayo pasado, como parte de una revisión a funcionarios y empresarios investigados por presuntos delitos financieros.
En paralelo, la FGR mantiene abierta una carpeta de investigación sobre el presunto tráfico de diésel, actividad que habría operado mediante empresas pantalla y prestanombres. Hasta el momento, no se ha emitido ninguna orden judicial en su contra, pero las autoridades confirmaron que el caso continúa en análisis.
El divorcio entre Torres y la mandataria estatal ocurre en medio de este panorama judicial y de fuertes tensiones dentro del entorno político de Baja California. Aunque ninguno de los dos ha ofrecido declaraciones amplias sobre el tema, la separación se da tras semanas de rumores sobre diferencias personales y presiones mediáticas.
Fuente: Aristegui Noticias